Su evolución se remonta al Mesozoico tardío y Cenozoico. El desarrollo morfosedimentario puede ser dividido en cuatro períodos de acumulacion de sedimentos en el pie de montaña durante el Plio-Pleistoceno y en dos períodos de acumulacion de sedimentos fluvio-eólico acontecidos durante el Holoceno.
Las figuras que se pueden apreciar en los terrones son areniscas y conglomerados de color rojizo integrado por capas de sedimentos rocosos. Las mismas adquieren formas curiosas diseñadas por la erosión: la Bota, el Honguito, y el Dedo de Dios, entre otras.
En algunas zonas existen grutas formadas por erosión eólica, que fueron habitadas por pueblos que dejaron numerosas muestras de su existencia en el lugar. La mayor parte de estas reliquias arqueológicas se han perdido por sucesivos robos y la incidencia de visitantes que destruyeron los petroglifos, es decir, representaciones grafícas grabadas en rocas o piedras hechas por nuestros antepasados.
Las figuras que se pueden apreciar en los terrones son areniscas y conglomerados de color rojizo integrado por capas de sedimentos rocosos. Las mismas adquieren formas curiosas diseñadas por la erosión: la Bota, el Honguito, y el Dedo de Dios, entre otras.
En algunas zonas existen grutas formadas por erosión eólica, que fueron habitadas por pueblos que dejaron numerosas muestras de su existencia en el lugar. La mayor parte de estas reliquias arqueológicas se han perdido por sucesivos robos y la incidencia de visitantes que destruyeron los petroglifos, es decir, representaciones grafícas grabadas en rocas o piedras hechas por nuestros antepasados.